En 1810 se da inicio al proceso revolucionario, de emancipación política de las colonias a nivel regional.
Buenos Aires se constituye como centro de ese movimiento, pero no aparejó el alzamiento simultáneo de las poblaciones del Virreinato del Río de la Plata. Para consolidar ese triunfo, la revolución debe imponerse militarmente en la región y controlar las fronteras del Altiplano, así como los ríos del litoral, es decir, reducir a Lima (capital del Virreinato de Altoperú) y a Montevideo (sede del Apostadero Naval del Atlántico Sur y centro del comercio de cueros) -baluartes "españolistas", opuestos a los nuevos grupos sociales e ideas políticas.
Ambas facciones, reivindicaban -aún- los derechos de Fernando VII y del Consejo de la Regencia de España e Indias, refugiado en Cádiz.
La Junta de Buenos Aires organizó expediciones militares a Córdoba y Paraguay, mientras que buscaba conquistar para su causa a caudillos en la Banda Oriental.
Mientras tanto en Montevideo, la flotilla naval controló los ríos y aisló a la campaña de la Banda Oriental, al tiempo que se reclamaba a la Regencia "Elío, dos mil hombres y fusiles". En enero de 1811, Elío retorna como Virrey y Capitán General, pero sin soldados ni vituallas. Desde el primer momento, iniciará los preparativos para declarar la guerra a Buenos Aires (lo cual hará el 12 de febrero).
El nuevo Virrey adopta una serie de medidas fiscales que precipitarán el estallido revolucionario: regularización de títulos de propiedad de tierras para el pago de la contribución, exigencia de donativos patrióticos, fijación o aumento de impuestos a las importaciones de cuero, tabaco, control del contrabando -permitiendo el comercio sólo a buques autorizados y a través de intermediarios nacionales-. En su conjunto, estas medidas perjudicaban a hacendados, comerciantes y barraqueros. A estas medidas fiscales se suman los empréstitos forzosos al clero, empleados, propietarios, artesanos, hacendados, comerciantes, y el uso de la fuerza para coaccionar a los pueblos a reconocer la autoridad de Montevideo.
La declaración de guerra a Buenos Aires en febrero de 1811, lo cual fue un catalizador para el proceso revolucionario. En ese sentido, se desarrolla la deserción de varios militares, entre ellos Artigas, que abandona el destacamento de Colonia del Cuerpo de Blandengues, para ponerse a las órdenes de la Junta de Buenos Aires, de donde retornará en abril.
El 28 de febrero de 1811 se produce el primer episodio de importancia: un grupo de "patriotas" lleva a cabo el primer hecho militar de relevancia en la Banda Oriental: el Grito de Asencio, dirigido por Venancio Venavidez y Pedro Viera.
En abril de 1811, Artigas regresaba a la Banda Oriental, arengando a sus "leales y esforzados compatriotas" a la rebelión, desde la ciudad de Mercedes. Ese documento, lo conocemos como "La Proclama de Mercedes".
Con estas acciones, se fue quebrando el principio de autoridad colonial, aflorando los problemas irresueltos, plegándose a la lucha contra el Rey (aunque en los documentos oficiales, se reivindica la figura de Fernando VII). Los hacendados porque se veían perjudicados con la menor venta de cueros, los gauchos y los esclavos alzados, reaccionaban contra la opresión de la leva obligatoria.
Los insurgentes, entre abril y mayo cosecharon éxitos militares, que les permitieron estar en las puertas de Montevideo para el 18 de mayo, con un ejército reforzado por 200 veteranos de Belgrano y mil orientales. Vencían en Las Piedras a las tropas de Rondeau, salidas de Montevideo, sitiando así a la plaza fuerte. En menos de tres meses, la Banda Oriental había sido conquistada para la Revolución.
El Virrey Elío, comenzó contactos con los portugueses, cuya corona estaba radicada en Río de Janeiro, para obtener auxilio frente al ataque de los revolucionarios.
Buenos Aires no podía mantener dos frentes (Alto Perú y Banda Oriental), tras sufrir derrotas militares. Por esto agosto, setiembre y octubre fueron meses de mucho trajín diplomático, mientras avanzaba por la costa atlántica el ejército "pacificador" portugués de Diego de Souza para apoyar el régimen colonial de Montevideo. Posteriormente se firmará el acuerdo Preliminar de Paz con Montevideo, entregándole la Banda Oriental (7/10/1811).
Los orientales se sienten traicionados, se reunieron en Asamblea, no aceptaron el levantamiento del sitio de Montevideo y proclamaron a Artigas "su General en Jefe", mediante el voto directo, que expresaba la voluntad autonómica.
El Éxodo
A partir de este armisticio, el mapa político de la cuenca del Plata, recuperaba su fisonomía de 1810. En la campaña desolada, la población se aleja, Artigas y su ejército de gauchos acataron las resoluciones pactadas por Buenos Aires y el gobierno de Montevideo, iniciando su retirada, siendo seguidos por la población. Se trató de 850 registradas en el padrón de "El Éxodo" de 1811, dejando todo hacia el Ayuí, del otro lado del Río Uruguay.
Los 6 mil orientales en Ayuí, saben que ya integran un "pueblo soberano". Cuentan con memoria colectiva, que se fundamenta en "su" revolución y un cometido: no dejar las armas hasta expulsar a los extranjeros de su país y poder así "gozar en él de libertad".
Artigas, asume la responsabilidad de conducir un decisivo viraje político, a partir de ser electo en la Asamblea de la Quinta de la Paraguaya (10/10/1811). Ante la derrota frente a la diplomacia porteña, comienza a madurar su programa político:
- Esquema general de organización constitucional de las provincias agrupadas hasta entonces en el Virreinato del Río de la Plata.
- Reajustes esenciales en sociedad colonial, para adaptarse a transformaciones institucionales.
-Reorganización económica de la Banda Oriental.
Doctrina federal artiguista
Los meses después del armisticio de octubre de 1811, a medida que se ahondaba la escisión entre el pueblo oriental y el gobierno de Buenos Aires, va desapareciendo de los documentos artiguistas la lealtad a Fernando VII, se insiste en subrayar que el pueblo oriental, entró en el ejercicio de su soberanía plena, encaminándose hacia la independencia absoluta de España.
Resurgieron los sentimientos localistas, en regiones del Virreinato. En la Banda Oriental, tomará forma conceptual la idea del "gobierno inmediato", núcleo doctrinario del federalismo de Artigas. Mientras tanto, el Triunvirato instalado en Buenos Aires, para comandar la revolución, busca anular el ascendente poder de Artigas (en particular, Manuel de Sarratea)
Los 6000 gauchos orientales que llegaron al Ayuí, aumentaron con la incorporación de entrerrianos y correntinos, así como un contingente de indígenas misioneros incorporados a los charrúas y minuanes. Sarratea intenta separar a estos contingentes, creando y dirigiendo el Ejército de Operaciones, proponiendo beneficios a los comandantes que abandonen a Artigas, lo cual parcialmente logra. La respuesta de Artigas es renunciar a su cargo militar, otorgado por la Junta de Buenos Aires, al tiempo que protesta contra el Triunvirato (junio de 1812).
Un grupo importante de jefes orientales envían una delegación ante el Cabildo de Buenos Aires (representante del pueblo que planteó la revolución), esbozando los conceptos federalistas para organizar la nación. El pueblo oriental estuvo unido al de Buenos Aires, por un "pacto no expreso" que quedó anulado cuando las fuerzas "auxiliadoras" de Buenos Aires se retiraron de la Banda Oriental. Sostenían que no habían pactado con la "tiranía", habían celebrado el acto de un "constitución social" y juraron continuar la guerra hasta liberar la Banda Oriental del dominio colonial.
Programa federal 1813
Los grupos criollos que habían conquistado el poder en Buenos Aires pretendían el centralismo, cerrándose progresivamente a los "intereses comarcanos", que demostraban los caudillos. Artigas pretendió conciliar con un sentido nacional esas divergencias, lo que implicaba atacar los intereses portuarios de Buenos Aires. Este audaz planteo social y sus contradicciones, lo convierten en el más rechazado de los caudillos.
Sin embargo, en 1813 distintas motivaciones favorecieron la definición del programa político del federalismo. Parte de los apremios de la realidad inmediata, es un esbozo de un proyecto doctrinario como la base del gobierno de los pueblos del Río de la Plata, cuya organización debía dirimirse en la Asamblea General Constituyente, que fue convocada por Buenos Aires, para que participaran delegados de las provincias.
Artigas no redacta un plan de gobierno, ni escribe una Constitución, teniendo dos documentos importantes: el Discurso Inaugural del Congreso de Tres Cruces (que iba a elegir a los diputados de la Banda Oriental) y las "Instrucciones del Año XIII", que fueron redactadas para esos mismos diputados.
Apelando a la consulta popular, se invita a los cabildos de ciudades y pueblos (villas) de la Banda Oriental, lo cual manifiesta un respeto por la tradición comunal española, en la que los municipios son la base de la consulta popular.
El 05 de abril de 1813, comienza el Congreso de la Provincia Oriental, en Tres Cruces (que se encontraba fuera de los muros de Montevideo). El discurso inaugural, estuvo sostenido por preceptos de inspiración roussoniana, donde Artigas plantea que debe volver al pueblo la autoridad conferida un año y medio antes: "Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana". Esto implica que la Provincia Oriental reconozca a la Constituyente, no por obedecimiento, sino por "pacto", por esto el "freno de la Constitución" sería "la salvaguarda del derecho popular", que garantice la vida en la Provincia.
De la deliberación e instrucciones, puede decirse que surge un "programa escrito del federalismo artiguista", que constituyen los principios más avanzados de la revolución en el Río de la Plata. Se contrapone con elementos conservadores y hasta pro-monárquicos que se encontraban en la Asamblea Constituyente.
El 1° de junio, un sesión secreta de la Asamblea Constituyente define impedir el ingreso de los diputados orientales. Luego se plantean una serie de excusas formales: que fueron electos en un campamento militar y que llevaban instrucciones, a pesar de que la convocatoria planteaba que la Asamblea era soberana.
El texto de las "Instrucciones...", su interpretación de la libertad y la federación, rápidamente se conoció en las provincias del litoral -como Santa Fe- agudizando las contradicciones con el centralismo porteño. Si bien las acusaciones de traición hechas por Sarratea habían sido desestimadas, se ahondó la brecha entre ambos bandos, llegando a la guerra civil. En este contexto, Artiga abandona el campamento sitiador de Montevideo, en enero de 1814, a lo cual Buenos Aires responde con una nueva acusación de traición, poniendo precio a su cabeza y quitándole todos sus cargos.
Artigas rechaza los ofrecimientos del Virrey de Lima y de Montevideo ("yo no soy vendible"), al tiempo que se convence que solo las armas pueden imponer el federalismo, por lo que inicia un proceso de aglutinamiento de las provincias, comenzando por los territorios de las Misiones, las provincias del Litoral y Paraguay. Está comenzando a forjarse la Liga Federal.
Adaptado de:
FREGA; ISLAS (Coord). Nuevas miradas en torno al artiguismo. Paris de Oddone, B. "Presencia de Artigas en la Revolución del Río de la Plata (1810-1820)". Departamento de publicaciones de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Montevideo, 2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario